Frankfurt (3) : Paritat
No tot poden ésser comentaris positius. La crítica la faig en una imatge que val més que mil paraules. No us fa mal d’ulls que en la representació institucional de la cultura catalana ni per dissimular hagin pogut situar-hi alguna dona? Quanta feina tenim encara per fer!!
Si es permet en aquest blog, apart dels comentaris, compartir un article donant la referència del mateix, crec que aquest és molt adient a la situació que es comenta en el post.
L´article és de Remei Margarit, i va ser publicat ara fa més d´un any a La Vanguardia, on cada dissabte hi ha un reconet per gaudir de la sabiduria d´una dona.
Como tots, tinc les meves idèes sobre aquest tema, però he cregut que aquest article reflecteix molt bé, i segur que amb millors paraules que les meves, aquesta situació.
Una recomanació als homes que el llegueixen, uns minuts de reflexió, però que aquesta reflexió ne es quedi solsament en uns moments de pensaments, sinò que es tingui en compte a la vida diaria!!.
EL PATRIARCADO
Parece que fue en el neolítico, cuando nuestros se asentaron y cultivaron las tierras empezo esa jerarquia de las relaciones entre las gentes. Es decir, de grupos anteriores donde existia un matriarcado, en que las mujeres eran las portadoras de la vida y las relaciones eran igualitarias, se paso a tener bienes cultivados, las tierras, y ahi empezó el quien tiene más y quien tiene menos y el hombre se hizo con el poder del grupo por la fuerza, relegando a la mujer a un segundo papel. Es decir, se cambio la fuente de la vida que era la mujer por los bienes acumulados como un signo de riqueza y poder.
Y ahi cambió todo. Y cuando digo todo, es que es todo. El cambio fue enorme porque de unas relaciones en las que participaba todo el grupo, hombres y mujeres, reuniones de una cierta manera asamblearia, se paso a dividir al grupo en una primera categoria de individuos “hombres”, y una segunda categoria, “mujeres”, con lo cual el hombre se sintio dueño y señor de todo lo demas, con derecho de vida y muerte incluidos.
Y a partir de entonces, la historia no ha hecho nada más que perfilar con creces ese statu quo. Dentro de ese esquema universal, excepto en pequeñas comunidades donde todavia existe un matriarcado, han habido mujeres gobernantes en algunos paises, pero siguiendo el modelo jerárquico y de sumisión de la población femenina.
Las tres grandes religiones monoteistas se apuntaron de manera absoluta a ese patrón de patriarcado que todavia dura de manera incuestionable, como si el hombre, por el solo hecho de serlo, ya fuera el elegido de los dioses, de cualquier dios en cualquier sitio.
Eso del patriarcado, honesto no es, ni mucho menos. Lo han comprendido las democracias, aunque sin grandes aspavientos; ha sido una comprension de poquito a poco con mucho miedo de perder el terreno del poder masculino. Empieza a vislumbrarse algun gobierno dirigido por una mujer que intenta cambiar ese poder tan jerarquizado, pero aun son pocos paises y la mujer gobernante se encuentra con unos sistemas tan rigidos que hara falta todavia mucho tiempo para que el hombre reconozca de verdad que el gobierno femenino puede hacerlo igual e incluso mejor, no tan solo por se una mujer la que gobierna, sino porque la visión femenina de los asuntos puede modificar significativamente el valor de las cosas.
Existen todavia muchos paises en que la mujer no tiene ni voz ni voto. Algunos le dan el voto, pero sin tolerar que se cambien las costumbres que mantienen a la mujer sumisa para con el hombre. Y eso no es de ley, no lo es para nadie en el mundo. No se pueden esgrimir habitos y costumbres para tener a la mujer fuera de juego. El patriarcado es obsoleto en todas sus manifestaciones y urge dejarlo claro en cualquier Constitución de cualquier país. Tampoco ninguna confesión religiosa puede enajenar el derecho de la mujer a ser y a decidir como hace cualquier hombre.
La ley civil tiene que estar por encima de las creencias. Una medida que tomar podría ser la laicidad de representación de cada Estado y que las confesiones religiosas se mantuvieran en un estricto ambito de practicas privadas. Por decirlo de otra manera, disponer de una incompatibilidad entre los cargos del gobierno de un país y cualquier puesto en la jerarquía de alguna confesión religiosa seria la manera de mantener separadas las influencias patriarcales que han ejercido y ejercen todas esas confesiones.
Por algo hay que empezar, tal vez entonces todas esas mujeres bajo burkas físicas o mentales podrían liberarse de tanto maltrato patriarcal.
Encara que han passat uns dies, crec oportú comentar la següent notícia :
“Una dona dirigirà la universitat d’Harvard”.
Qui conegui el món universitari dels USA, i més el de les prestigioses universitats de èlite, advertirà la profunditat de la notícia, doncs és un món endogàmic per naturalesa i els canvis no són acceptats amb facilitat. (com ha succeït en el passat en diferents situacions en els USA, i com a proposta, recomano el llibre “El gigante inquieto”, de James T. Patterson).
No oblidem que el rector al que substitueix, és un home misógino i oposat al desenvolupament de la dona en el món universitari.
No tinc cap dada d’aquesta dona, Drew Faust, però estic segur que el seu caràcter i força són complementaris al seu intel·lecte.
Desde aqui el meu recolçament i per demanar que no quedi, si en el futur es té la oportunitat, una conferència d´aquesta dona seria bona idea per tindre oportunitat de escoltar els seus comentaris.